No es vano ni malo hablar y reflexionar sobre algo tan importante y tan escaso como es el valor de la 'lealtad'.
Lealtad. Joer qué bella palabra. Qué bello y difícil término, al menos para algunos. 'Lealtad'. Alto y claro, siete letras extraordinariamente importantes hacen de un término algo así como un catecismo: lo que la propia conciencia desarrolla, como evolución y progreso de la persona como tal. ¿Por qué? Porque no es algo fácil ni común. Por ello, también, con la pérdida de este valor una persona puede llegar a quedarse sola. Sí, con esta dureza cierta, comienzo esta carta a ti, amigo leal; como una reflexión, también, -a lo mejor absurda y tonta para muchos-porque esta virtud o valor, o como quiera llamarse, conlleva lo contrario siempre: el que es traidor está llamado a quedarse solo.
Y fíjate que he reflexionado sobre esto en innumerables ocasiones y hoy, escribo sobre la lealtad llamado por la reflexión, también, de este amigo A él le digo y dedico esta carta, el sabe, además, qué difícil, todavía, el significado profundo de este término en política. Y qué difícil aún, si cabe, vista, entendida, la lealtad, desde una situación u otra, desde una responsabilidad u otra. No se vive igual, no es lo mismo ni te lleva a lo mismo, desde una perspectiva u otra. Pero sí es el mismo valor y significado profundo.
Lo puedo decir, lo sé: he sido leal siempre, aun costándome, en algunas ocasiones, serios disgustos. He sido leal siempre aun jugándome, lo sé, aquello que más aprecio y precio. Y sé, también, que el valor de eso es el mínimo frente al valor de conciencia que conlleva, que es el máximo, porque la lealtad es idealismo puro.
No tengo ninguna duda de que en política no son pocos los leales. Los hay, de verdad, yo he conocido a alguno de uno y otro partido. Pero en política es tan difícil serlo que aquellos que lo son, aquellos que lo somos, son unos idealistas. Y ser idealista es ser un romántico y ser un romántico en la vida, en la política, en la empresa, es ser un caballero y ser un caballero es algo que en este mundo en el que nos movemos, prácticamente es inexistente.
Hay quien sólo es leal a sí mismo. Con eso se justifica. Fíjate, amigo, que incluso estas personas así luego exigen lealtades a aquellos que les rodean y se creen con el derecho de criticarlas o menospreciarlas. Eso no vale, nunca vale jamas algún dia mirarán para atrás y dirán no fui leal con las personas que me querian...buen fin de de semana