Uno de los descubrimientos más sorprendentes de los últimos
tiempos, es que una persona puede cambiar su vida, cambiando sus
pensamientos.
Y esto tiene que ver con el poder de tu mente.
Todos nacemos con nuestro hardware, es decir, nuestro cuerpo, y con nuestro
software. Es decir, nuestros pensamientos.
De pequeños, nuestros padres y el medio ambiente influyen en nuestros
pensamientos y como vemos la vida.
Pero cuando tomamos conciencia de las cosas y no nos gusta nuestra vida,
podemos cambiarla. Cambiando nuestros pensamientos.
Somos como una laptop con password integrado, pero que no habíamos hecho uso
de él. Nuestra conciencia es el password. Con ella, entramos a nuestra mente y
la alimentamos con los pensamientos (software) que queremos.
Hay personas que nunca hacen uso de su password y se quedan con el software
que los adultos les instalaron en su niñez y adolescencia. Ahora lo sabes.
La mente es mágica y sus poderes van más allá de lo que podemos concebir, aún
con todos los adelantos que tenemos el día de hoy.
En cierta ocasión tomé un curso de entrenamiento de la mente. Uno de los
ejercicios, consistía, en escribir en una tarjeta el nombre de una persona
conocida, de la que conociéramos sus enfermedades y escribirlas en la
tarjeta.
Era un ejercicio en pareja, en el que mi compañero hacía lo mismo ¿El
objetivo? Adivinar lo que el otro había escrito en la tarjeta, con solo
mencionar el nombre del enfermo. Tenía que adivinar sus dolencias.
Las señales de las enfermedades, aparecerían en forma de imágenes en la
mente. Había que ser intuitivo e ir describiendo a tu compañero lo que veías. Y
el te diría si acertabas o no.
Me tocó primero. Después de concentrarme, y que mi compañero me dijo el
nombre de la persona, su edad y descripción física para imaginarla, comencé a
ver en mi mente a la persona enferma, con una enorme bota blanca iluminada en su
pie derecho “Es cierto – me dijo mi compañero- ella tiene enyesado su pie
derecho”.
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