martes, 2 de octubre de 2018

Soy efectivamente quien llega a alegrar a todos, pero nunca he podido alegrarme a mí. Nunca he podido mostrarme débil, insegura, vulnerable, frágil, delicada o decaída, pero la verdad es que soy todo eso, y mucho más.
Captura-de-pantalla-2015-06-02-a-las-15.03.40
Nunca he aceptado la ayuda de nadie porque creo que puedo valérmelas por mi misma, pero en realidad no es así. Y es que la verdad es que no quiero preocupar a nadie, no quiero darles más problemas de los que ya tienen. No es soberbia, no es orgullo, es simplemente mi personalidad. Una personalidad que no quiero.
Me convencía de que era valentía, pero se supone que la valentía no es sinónimo de soledad. Y me siento sola

No hay comentarios:

Publicar un comentario