Una vez me dijeron que no era bueno amar con el alma y las entrañas, -Te vas a intoxicar. Para no decirme sutilmente que no era recíproco, o - “no, nena... aun no entendiste lo que es el amor realmente"-... y si, una se come el cuento de las películas, de la familia Ingalls, que se casan y comen perdices... y las canciones de arroz con leche.... Odie tanto ese momento como a mí misma por haberme jugado, golpeado la puerta, una y otra vez y seguir insistiendo y revotando.... -“nena... no te puedo seguir el ritmo...”- Hasta que un día esa misma persona a la que yo creí el amor de mi vida me dijo algo de lo más sensato que solo lo entendí hoy. D.. la típica pareja de muñecos que ponen en las tortas de casamiento, esa que los amigos y el entorno suelen llamar "la pareja perfecta" , "son tal, para cúal". Solo que cuando cortaban la torta los muñecos se caían sin más, sin cimientos.
Este hombre, tan centrado, tan reservado por no decir cobarde, que no se quiso subir a mi montaña rusa, me explico que amar no era ese enamoramiento pasional que te quita la respiración y te hace volar. No señores. Eso es pan para hoy y hambre para mañana.
El amor es algo más profundo y menos emocional. Es compañerismo, es amistad, es respetar los tiempos del otro y los tuyos ... Y aceptar sus enojos, aunque lo mandes a la mierda, pero seguir eligiéndolo.
Aprender a respetarse y correrse de lugar cuando el amor propio peligra y a saber perdonar. -" El amor es paz me dijo, y yo contigo descarrilo"- Herrmosa descripción en su vocabulario tan directo que en ese momento quise odiar con todo mi ser y no podía, porque creí que eso era amor. Es que a veces el amor se confunde con capricho, se disfraza de costumbre, y el rechazo genera obsesión. Y lo peor, llorando gratuitamente por ahí pensando que te rompieron el corazón. Tu te lo rompiste nena, aceptalo. Hay que aprender a soltar para dejar espacio a lo que deba llegar, y sino llega, caminar solo.
Hoy comprendo, o mejor dicho, hoy vivencio que para mí, no existe el amor de mi vida.
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