viernes, 22 de marzo de 2019

Mi papá odiaba las motos, no le gustaban, pero yo se por que: Mi papá era el único hijo de mi abuelo, y a mi abuelo sí que le gustaban las motos, sobre todo las motos de enduro, fue campeón de , corría todas las carreras, de todos los campeonatos, donde quiera que fueran, y nunca estaba en la casa, mi papá tuvo un padre ausente, y por eso odiaba las motos.
Mi abuelo desde que tuve 3 años, a escondidas de mi papá, me enseñó a andar en moto, en su casa tenía escondida una pequeña Suzuki para mí. A medida que fui creciendo mi abuelo me iba comprando motos adecuadas a mi tamaño.
Como mi papá tenía que viajar mucho (yo también tuve un padre ausente) mi abuelo aprovechaba de llevarme a su casa y me enseñaba. Llegó la edad en que pude correr el  y mi abuelo me llevaba a las carreras, contrataba a los mejores pilotos para que me enseñaran, y así fui progresando.
Mi abuelo tenía un método de entrenamiento diseñado por él que resultó muy bueno: Me llevaba a una trepada muy difícil y me hacía subirla 50 veces, hasta que me salía con los ojos cerrados, me hacía dar la misma curva 50 veces, hasta que la tomaba a una velocidad de locos, me llevaba a un grupo de rocas hasta que las pasaba como si fuera en moto de trial, y así por repetición lograba desarrollar una buena técnica para cada tipo de dificultad que se encuentra en un recorrido de enduro.
A la larga fue imposible seguir ocultando mi participación en el enduro, y si bien mi papá se enojó mucho con mi abuelo por haberme metido en las motos a sus espaldas, al final lo aceptó....me encantan las motos a mi
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario