martes, 19 de febrero de 2013

flor pequeña

Tengo una pequeña flor nacida sin darme cuenta en medio del corazón.
En la tierra de la sangre se abonó su resplandor.
Es delicada y se muere sin cuidados y sin mimos.
Requiere mucha atención contra el calor del verano,
contra el frío del invierno, contra el cruel desengaño
que le causa tanto daño con el paso de los año.
Florece en primavera, se marchita en el verano
y en el invierno se muere, si no la cuida mi mano.
¡Se mantiene de ilusión!, con el agua del amor
echa flores de pasión y se alegra en la ventana,
cuando la acaricia el sol.

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