viernes, 15 de febrero de 2019
Algunos dicen que llorar no es de valientes, yo afirmo lo contrario, y puedo decir que he llorado y que la sal de esas lágrimas, siguen curando mis heridas.
Qué una no sabe lo valiente que es, hasta que uno mismo tiene que asustar a sus propias pesadillas para seguir soñando.
He llorado, y pueden seguir cayendo sobre mí todos los recuerdos como gotas de lluvia desbocadas en medio del viento.
Pero cada noche sigo viendo la misma estrella (hay una persona que sabe de lo que hablo) y desde hace mas de un año nada me da mas luz que ello.
Así que a estas alturas, si me caigo...que me duela la caída, significa que puedo tener miedos, puedo equivocarme, algunos puedan decir que cambié, que ya no estoy siempre preocupándome por todos, pero he aprendido que a veces es necesario pensar un poco en uno mismo, que no esta mal hacerse trizas, darse un tiempo para sanarse sola, que no siempre podemos solucionarle la vida a todos los que amamos y eso no te hace una mala persona, y estas semanas comprendo que si uno mismo tiene un bajón, no puedes ir por la vida fingiendo estar bien y hacer lo que amas bien, pero sé que este tiempo me a servido para cada día confirmar que si la próxima caída duele mas que la anterior, pues que duela...significará que habré volado y que seguiré en busca de mis sueños.
Hace un tiempo atrás pensaba que no tenia la capacidad para levantarme después de caer...
Hoy estoy segura que me levantare con mas fuerzas y que a pesar de las caídas, de los baches, de lo que digan personas que no tienen una idea de quien eres hoy, seguiré durmiendo con un sueño y seguiré despertando para cumplirlos, todos...porque cobarde es aquel que por miedo se sigue mintiendo a sí mismo y no lucha por lo que ama. Puedes seguir recorriendo todas las carreteras, yo seguiré cuidando de esos momentos nuestros; como cuida una madre de un hijo...solo siento que te gustaría saberlo aunque no creo que nunca leas esto...
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